sábado, 14 de noviembre de 2020

historia 9° noviembre

 

 “Las escuelas son talleres de humanidad, laborando para que los hombres sean verdaderamente hombres”   J. Comenio

 

GUÍA DE APRENDIZAJE Y TRABAJO AUTONOMO N° 05

NÚMERO DE HORAS  08

FECHA: Desde 9 de noviembre hasta 4 de DICIEMBRE

ASIGNATURA: historia

GRADO : noveno

PERIODO: 4

Unidad : la edad media

Temas:

Mercantilismo

 

DOCENTE: JUAN ESTEBAN GAÑAN ROMAN 

LOGROS ESPERADOS:

Clasifico, comparo e interpreto la información

obtenida en las diversas fuentes.

· Utilizo herramientas de las diferentes

disciplinas de las ciencias sociales para

analizar la información.

· Saco conclusiones.

CONTACTO:

9a: historia9a2020@gmail.com

9b: historia9b2020@gmail.com

9c: historia9c2020@gmail.com

9d: historia9d2020@gmail.com

 

Reciban todos un cordial saludo, la presente guía tiene como fin, avanzar conceptualmente sobre los contenidos temáticos de las clases correspondientes a las 3 semanas restantes de noviembre y la primera semana del mes de diciembre. En ese orden de ideas, encontraran a continuación las clases numeradas del 1 al 8, pues nuestra intensidad horaria es de dos horas por semana, además podrán encontrar las actividades en un tamaño de letra superior al resto del texto.

 

Nota: la guía anterior, nos ha servido para plantear generalidades básicas de la Edad Media. En ella pudimos identificar los móviles que permitieron a los reinos carolingios a llevar a cabo uno de los proyectos más ambiciosos de la civilización occidental. Las cruzadas. La presente guía será dedicada a conceptualizar las consecuencias de dicho proceso paradigmático para la civilización de occidente.

 

Clase 1, 2, 3 y 4

 

Actividad 1

Realiza las siguientes lecturas y realiza un vocabulario de 15 alabras con su respectivo significado

Realiza una lista de las consecuenicas que trajeron consigo las cruzadas para el continente europeo

Realiza un mapa conceptual donde expliques los orígenes, las causas y las consecuencias de las cruzadas

Consecuencias de las cruzadas

 

La causa principal de las cruzadas fue la aparición en Oriente de algunos turcos que destruyeron el Imperio árabe de Bagdad, atacaron el Imperio bizantino y se tomaron el Asia Menor, amenazando Constantinopla. Fueron llamadas “Guerras  religiosas”  para liberar Jerusalén y otros lugares santos de los turcos. El símbolo era la Cruz contra una Medialuna representando el cristianismo contra el islam. El emperador y el patriarca de Constantinopla, piden ayuda al papa Urbano II, éste solicitó ayuda a los señores feudales para liberar los territorios. Mientras los árabes dominaban las tierras santas, eran tolerantes con otras religiones. Cuando fueron sometidos por los turcos estos no aceptaron otras creencias en sus territorios.

Como consecuencias de las cruzadas los señores feudales estuvieron mucho tiempo fuera, por lo que perdieron parte de su autoridad política. Por el contrario, los reyes al final de la Edad Media fueron cada vez más poderosos.

El sistema feudal comenzó a debilitarse en la medida que creció el comercio y que muchos siervos incorporados a las huestes de sus señores no regresaron, provocaron una crisis de la mano de obra.

Un intenso movimiento de personas devolvió al Mediterráneo un papel relevante en las comunicaciones.

El comercio entre Oriente y Occidente fue reestablecido, ganando gran auge los puertos italianos de Génova y Venecia.

Referencia “Texto para el estudiante Estudio y Comprensión de la Sociedad, año 2008.

 

DESARROLLO DE LA ECONOMÍA EN LA EDAD MEDIA

 

En los primeros tiempos de la Edad Media la economía tuvo un carácter casi exclusivamente agrícola. Recién a partir del siglo XI empezaron a renacer los mercados, los centros urbanos y el comercio internacional.

A raíz de las Cruzadas aumentó el intercambio comercial entre las ciudades italianas y el Cercano Oriente. Con el tiempo, la cantidad de bienes traídos de Oriente llegó a ser tan grande que ya no pudieron ser consumidos por los mismos italianos. Los mercaderes empezaron a cruzar los Alpes y a vender sus mercaderías en los países del norte.

El comercio internacional se desarrollaba desde el este hacia el oeste. Las exportaciones de China y la India eran llevadas a los puertos del Golfo de Persia y del Mar Rojo. De ahí las caravanas de camellos y caballos partían a Alejandría en Egipto o a los puertos de San Juan de Acre y de Jafa en Palestina. Allí las mercaderías eran cargadas en los barcos y llevadas a las ciudades del norte de Italia, a Venecia, Génova y Florencia.

Un segundo sistema de comercio internacional se desarrolló en los mares del norte. Lana inglesa y paños flamencos eran llevados en barco por el Mar del Norte y el Mar Báltico a los puertos escandinavos y bálticos donde eran intercambiados por cueros, pieles, granos y madera.

Para la economía cerrada de las aldeas, sólo habían existido mercados locales, donde los siervos de la villa podían vender semanalmente los pocos excedentes de su producción agrícola y los productos de su industria doméstica. A raíz del crecimiento del comercio internacional los señores feudales establecieron ferias, que se celebraban una vez al año y donde se juntaban los comerciantes provenientes de todas partes de Europa. Particularmente famosas eran las ferias de la Campaña de Francia. El señor concedía su protección armada a la feria a cambio de lo cual se le pagaba un tributo.

El aumento del comercio se relacionó con un aumento del uso de la moneda y del dinero circulante. En las ferias algunos comerciantes se dedicaron a los negocios de dinero: establecieron su banco para cambiar monedas; recibían dinero en depósito y giraban letras de cambio para poder efectuar pagos en otras plazas. También prestaban dinero cobrando intereses. Esta práctica fue prohibida en un comienzo por la Iglesia como usura. Mas con el tiempo se establecieron leyes para impedir la usura y establecer una tasa justa de intereses.

Al mismo tiempo renació la vida urbana. Muchas ciudades se formaron al pie de los muros de un castillo o al lado de un palacio episcopal o de un convento. Otras se establecieron a orillas de los ríos, las vías naturales del comercio.

En aquellos tiempos belicosos, las ciudades, al igual que los castillos, tuvieron que rodearse de poderosos muros y fortificaciones. En el centro de la ciudad había una plaza en que se celebraba el mercado semanal. A su costado se elevaban la Iglesia, el palacio del ayuntamiento y las casas de los principales gremios y de los patricios. Como el recinto urbano era reducido, las calles eran estrechas y las casas angostas de varios pisos.

La vida urbana era muy distinta de la vida del campo y, por lo tanto, las ciudades tuvieron que darse sus propias leyes y su propia organización.

El gobierno de la ciudad era ejercido por un Concejo Municipal, cuyos miembros eran elegidos por las corporaciones. Solían pertenecer a las familias patricias, esto es, las familias más antiguas y ricas. El Concejo estaba presidido por un alcalde. El gobierno municipal cuidaba de la defensa de la ciudad y de la seguridad pública, percibía los impuestos, administraba el dinero municipal, nombraba a los jueces y jurados, administraba las escuelas y los hospitales y fijaba la política económica.

 

En un comienzo las ciudades dependieron del señor en cuyo territorio habían sido fundadas. A partir del siglo XI las ciudades se levantaron y, mediante negociaciones y violentas luchas, obtuvieron gradualmente su independencia, quedando sujetas directamente al rey. Los impuestos que las ciudades pagaban al rey aumentaban su riqueza y, por lo tanto, también su poder sobre los nobles. Las ciudades se convirtieron en aliados importantes de los reyes en su lucha por consolidar el poder central y quebrar la resistencia de la nobleza feudal.

Con el fin de reglamentar las actividades comerciales, los mercaderes se organizaban en asociaciones o guildas. Sólo los miembros de una guilda estaban autorizados para vender sus mercaderías en determinados distritos, de modo que gozaban de un monopolio en esa región. El tribunal de la guilda juzgaba los conflictos entre los miembros y castigaban a comerciantes deshonestos. La guilda ayudaba a sus socios en la vejez y mantenía casas para los pobres.

Los artesanos tenían sus propias asociaciones, los gremios. Para cada actividad artesanal había un gremio correspondiente: joyeros, zapateros, peleteros, armeros, etc.

Para poder ejercer algún oficio, era indispensable pertenecer a un gremio. Este fijaba los precios y reglamentaba la cantidad y la calidad de la producción. Se debía realizar el trabajo por el honor del oficio y no por afán de lucro.

La formación de un buen artesano tomaba largo tiempo. Un aprendiz entraba de niño al taller de un maestro donde permanecía entre cinco y doce años. Vivía en la casa del maestro donde recibía comida y vestuario, pero ninguna remuneración. Al terminar el aprendizaje se convertía en oficial y empezaba a recibir un salario. Para completar su formación, los oficiales debían salir de viaje y trabajar en distintos talleres.

Vueltos a la ciudad natal, presentaban su obra maestra y rendían un examen para ascender a maestros. Las ciudades y los gremios muchas veces establecieron tratados  y alianzas con otras ciudades y otros gremios para concederse mutuos privilegios y unir sus fuerzas en la lucha contra los piratas, los salteadores de caminos y las ciudades rivales. La más importante de estas asociaciones fue la Liga Hanseática que, hacia fines del siglo XIV, incluyó a cientos de ciudades y puertos del norte de Alemania, de los Países Bajos, Inglaterra, Escandinavia y Rusia y que logró establecer su monopolio sobre el comercio marítimo de todo el norte de Europa.

Con el desarrollo de la ciudad y de la población urbana apareció un elemento nuevo en la sociedad europea. El habitante de la ciudad o burgo, el burgués, a diferencia del noble, estaba interesado en el comercio y el trabajo y no en la guerra. En la ciudad no existía la servidumbre: “El aire de la ciudad hace libre”. Los vecinos eran hombres libres que se sentían orgullosos de sus derechos, de su riqueza y de su poder.

Referencia Breve Historia Universal, Ricardo Krebs

 

 

OCASO DE LA EDAD MEDIA, CRISIS DEL SIGLO XIV

El final de la Edad Media llega con el comienzo de la transición del feudalismo al capitalismo, otro periodo secular de transición entre modos de producción que no finalizará hasta el final del Antiguo Régimen y el comienzo de la Edad Contemporánea, con lo que tanto este último periodo medieval como la Edad Moderna entera cumplen un papel similar y cubren una similar extensión temporal (500 años) a lo que significó la Antigüedad Tardía para el comienzo de la Edad Media.

La ley de rendimientos decrecientes empezó a mostrar sus efectos a medida que el dinamismo de los campesinos forzó la roturación de tierras marginales y las lentas mejoras técnicas no podían sucederse a un ritmo semejante. La coyuntura climática cambió, acabando con el denominado óptimo medieval que permitió la colonización de Groenlandia y el cultivo de vides en Inglaterra. Las malas cosechas condujeron a hambrunas que debilitaron físicamente a las poblaciones, preparando el terreno para que la Peste negra de 1348 fuera una catástrofe demográfica en Europa. La repetición sucesiva de epidemias caracterizó un ciclo secular.

En octubre de 1347, galeras mercantes de Sicilia regresan desde Oriente  trayendo una enfermedad mortal, la llamada peste negra (síntomas: hinchazones en ingle o axila, expansión por todo el cuerpo, en tres días la persona moría). Las personas se enfermaban y morían. Los que asustados huyeron al campo, llevaban también consigo la peste. Así se extendió hasta Sicilia (sur) y por el oeste la peste se extendió por toda Europa, matando a un tercio del continente.

Los supervivientes acumularon inesperadamente capital en forma de herencias, que pudo en algunos casos invertirse en empresas comerciales, o acumularon inesperadamente patrimonios nobiliarios. Las alteraciones de los precios de mercado de los productos, sometidos a tensiones nunca vistas de oferta y demanda cambió la forma de percibir las relaciones económicas: los salarios (un concepto, como el de circulación monetaria ya de por sí disolvente de la economía tradicional) crecían al tiempo que las rentas feudales pasaron a ser inseguras, obligando a los señores a decisiones difíciles. Alternativamente primero tendieron a ser más comprensivos con sus siervos, que a veces estuvieron en situación de imponer una nueva relación, liberados de la servidumbre; mientras que en un segundo momento, sobre todo tras algunas rebeliones campesinas fracasadas y duramente reprimidas, impusieron en algunas zonas una nueva refeudalización, o cambios de estrategia productiva como el paso de la agricultura a la ganadería.

 

Las instituciones del clero abre una brecha entre el alto clero de obispos, canónigos y abades y los curas de parroquias pobres; y el bajo clero de frailes o clérigos vagabundos, de opiniones teológicas difusas, o bien supervivientes materialistas en la práctica, goliardos o estudiantes sin oficio ni beneficio.

En las ciudades, la alta burguesía y la baja burguesía comienzan a separar fortunas, lo que hace imposible mantener que un aprendiz o incluso un oficial o un maestro de taller pobre tenga algo que ver con un mercader enriquecido por el comercio a larga distancia de la Hansa o las ferias de Champaña y de Medina, o un médico o un letrado salidos de la universidad para entrar en la alta sociedad. Se va abriendo paso la posibilidad (antes inaudita) de que la condición social dependa más de la capacidad económica (no necesariamente ligada siempre a la tierra) que del origen familiar.

Frente al mundo medieval de los tres órdenes, basado en una economía agraria y firmemente ligada a la posesión de la tierra, emerge un mundo de ciudades basado en una economía comercial. Los centros de poder se desplazan hacia los nuevos burgos. Es en esta época cuando aparecen los primeros ejércitos profesionales, compuestos por soldados a los que no les une un pacto de vasallaje con su señor sino la paga.

Las nuevas ideas religiosas tienen una mayor proyección hacia lo que será la Reforma protestante del siglo XVI. Los intentos de imprimir mayor racionalidad al catolicismo ya venían estando presentes desde la cumbre de la escolástica de los siglos XII y XIII con Pedro Abelardo, Tomás de Aquino o Roger Bacon; pero ahora esa escolástica se enfrenta a su propia crisis y cuestionamiento interno, con Guillermo de Ockham o Duns Scoto. La mentalidad teocéntrica iba lentamente dando paso a una nueva antropocéntrica, en un proceso que culminará con el humanismo del siglo XV, en lo que ya puede denominarse Edad Moderna.

Sólo después de la expulsión de los árabes,  se emprende la travesía que hará descubrir, en 1492, un nuevo continente: América.

Referencia Breve Historia Universal, Ricardo Krebs

 

Clase 5, 6, 7 y 8

 

1.       Luego de realizar la siguiente lectura, realiza un vocabulario de 10 palabras con su respectivo significado

2.       Toma las reglas del mercantilismo, que propone el texto y haz un cuadro comparativo con la realidad nacional de Colombia a partir del uso de un titular de noticias, o algún dato oficial que nos acerque a la realidad mercantil de Colombia.

 

¿A qué se conoce como mercantilismo?

El mercantilismo es una política económica o un conjunto de medidas económicas  que dominó el escenario  europeo durante los siglos XVI, XVII y XVIII, cuya principal premisa fue que el Estado debía ejercer un control estricto sobre la industria y el comercio, con el interés y la intención de aumentar el poder de la nación promoviendo un saldo positivo en la balanza de pagos al lograr que las exportaciones superaran en valor a las importaciones.

El mercantilismo como corriente de pensamiento económico rompió con los valores  morales y religiosos dominantes en la Edad Media, siendo sus características centrales la intervención estatal y el proteccionismo.

 

 

¿En qué contexto histórico surgió el mercantilismo?

El surgimiento del mercantilismo, más allá de las nuevas concepciones sociales que gradualmente comenzaban a desvincular al hombre de  la teología medieval  y sus mandatos económicos, puede asociarse al descubrimiento de América y la explotación de sus riquezas minerales. Su origen puede hallarse en la centralización del poder monárquico, alcanzando su plenitud con el Estado absolutista.

¿Cuál era la premisa más importante para el mercantilismo?

La premisa que sintetiza el pensamiento mercantilista es que mientras más riquezas, o sea mayores cantidades de oro y plata un Estado acumule, más poderoso es éste en relación al resto de los Estados

¿Por qué vías pretendían los mercantilistas obtener los metales preciosos que posibilitaran la grandeza de su estado?

Básicamente reconocían tres vías:

Extrayéndolo de las colonias americanas.

A través de la piratería.

Por medio del intercambio comercial.

¿Ese intercambio comercial debía respetar algún tipo de reglas o preceptos?

El pensamiento mercantilista se puede sintetizar a través de nueve reglas:

1. Que cada pulgada del suelo de un país se utilice para la agricultura, la minería o las manufacturas.

2. Que todas las materias primas que se encuentren en un país se utilicen en las manufacturas nacionales, porque los bienes acabados tienen un valor mayor que las materias primas.

3. Que se fomente una población grande y trabajadora.

4. Que se prohíban todas las exportaciones de oro y plata y que todo el dinero nacional se mantenga en circulación.

5. Que se obstaculicen tanto cuanto sea posible todas las importaciones de bienes extranjeros.

6. Que donde sean indispensables determinadas importaciones deban obtenerse de primera mano, a cambio de otros bienes nacionales, y no de oro y plata.

7. Que en la medida que sea posible las importaciones se limiten a las primeras materias que puedan acabarse en el país.

8. Que se busquen constantemente las oportunidades para vender el excedente de manufacturas de un país a los extranjeros, en la medida necesaria, a cambio de oro y plata.

9. Que no se permita ninguna importación si los bienes que se importan existen de modo suficiente y adecuado en el país.

¿El pensamiento mercantilista fue representativo de algún sector social específico?

Sus ideas expresaban sobre todo los intereses y las ambiciones de los mercaderes, que formaban parte de una nueva clase social en ascenso: la burguesía.

 

 

 

 

 

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