Las escuelas son talleres de humanidad,
laborando para que los hombres sean verdaderamente hombres” J. Comenio
GUÍA DE APRENDIZAJE Y TRABAJO AUTONOMO N°
04 |
NÚMERO DE HORAS 08 |
FECHA:
Desde 12 de octubre hasta el 6 de noviembre |
ASIGNATURA: geografia |
Unidad 2: geografía
de Colombia Temas: Recursos naturales de Colombia |
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DOCENTE: JUAN ESTEBVAN GAÑAN ROMAN |
LOGROS ESPERADOS: Clasifico, comparo e interpreto la
información obtenida en las diversas fuentes. · Utilizo herramientas de las diferentes disciplinas de las ciencias sociales para analizar la información. · Saco conclusiones. |
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CONTACTO: 9d:
historia9d2020@gmail.com |
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PERIODO: 4 |
CRITERIOS DE EVALUACIÓN: Avance investigativo |
Reciban todos un cordial saludo, la presente
guía tiene como fin, avanzar conceptualmente sobre los contenidos temáticos de
las clases correspondientes a las 3 semanas restantes de octubre, tras la
semana de receso estudiantil y la primera semana del mes de noviembre. En ese
orden de ideas, encontraran a continuación las clases numeradas del 1 al 8,
pues nuestra intensidad horaria es de dos horas por semana, además podrán
encontrar las actividades en un tamaño de letra superior al resto del texto.
Nota: Recuerden que la geografía es una ciencia aplicada de
las ciencias sociales, por eso para su comprensión se necesitan de una serie de
disciplinas auxiliares que nos dan las herramientas necesarias para llevar a
cabo sus propios descubrimientos. En esta entrega dedicaremos nuestros esfuerzos
investigativos en torno al aprovechamiento de los recursos aturales en Colombia
Clase 1, 2 (semana del 5 al 9 de octubre)
¡Véndame un gallinazo, señor Alcalde!
Fuente:Wilches-Chaux, Gustavo. Mayo 1999
Un forastero llega a Bellavista, un pueblo de esos sabrosos,
de clima caliente, de señoras asomadas a las ventanas y señores gordos con
sombrero de paja, sandalias de cuero o de plástico y camiseta sin mangas,
sentados en mecedoras de mimbre frente a las puertas de sus casas.
El forastero cruza el
parque central bajo la sombra de los árboles frondosos y le pregunta algo a un
policía que conversa con una muchacha con vestido de flores. El policía le
señala una casona grande, de dos pisos y balcones de madera, hacia la cual se
dirige el forastero.
Junto a la puerta de
la casona hay una placa que dice Alcaldía. El forastero entra, sube al segundo
piso por una escalera de madera que rechina a cada paso, camina por un
corredor, también de madera, desde donde, estirando un poco el brazo, se
podrían alcanzar los mangos que cuelgan del árbol que crece en la mitad del
patio, y se dirige hacia una oficina marcada con el letrero Despacho del
Alcalde.
La secretaria lo
atiende. Es una señora flaca, de pelo gris, con anteojos. Debe haber sido
secretaria de, por lo menos, los últimos diez alcaldes. Le explica que el
alcalde está reunido desde hace rato con el personero, pero que si quiere lo
espere.
Hay otras dos
personas en la sala: una señora que tiene en la mano unos papeles que parecen
escrituras públicas, y un señor con camisa caqui de dotación del Municipio y
botas de caucho. Un trabajador, seguramente.
Al rato sale el personero con el alcalde. Se despiden en la
puerta. La señora se levanta rápidamente y se dirige al alcalde. Conversan un
rato en la puerta y ella le entrega los papeles. El alcalde le dice que él con
mucho gusto los mira, pero que de todas maneras el asunto se demora porque el
Concejo tiene que aprobar primero el presupuesto. Después atiende al
trabajador, también desde la puerta. Le dice que sí, que se hable con el
secretario para pedir el repuesto de la volqueta. Que no importa, que pasen la
cuenta, que en el almacén saben que el Municipio se demora pero paga.
La secretaria le
informa al alcalde que el forastero lo está esperando. Lo hace seguir al
despacho. Hay una bandera de Colombia, un Cristo, un cuadro de Simón Bolívar,
un mapa del Municipio, un diploma, una vitrina con códigos y encima unos
trofeos. El alcalde es un hombre joven que apenas lleva tres meses en el cargo.
Después de las
cortesías y los saludos de rigor, el forastero va al grano: "Véndame unos
gallinazos, señor Alcalde".
El alcalde se
sorprende, por supuesto. Pero el forastero le explica que al entrar al pueblo,
cerca al matadero, vio unos gallinazos gordos, grandes, lustrosos, que le
gustaron. Que necesita unos. Que por favor se los venda.
¡Qué tipo tan raro! El alcalde piensa que el forastero debe
estar loco, aunque su aspecto y su cara parecen normales. Le dice pues que no,
que no se los vende. Que si quiere coja los que más le gusten y se los lleve.
Así no más: gratis. (El alcalde también piensa que no hay que gastar pólvora en
gallinazos).
Pero el forastero insiste: que se los venda. Que cuánto
valen. Pues cuánto van a valer, pues nada, que se los lleve. Pues que no, que
cómo se los va a llevar así no más, que cuánto valen, que él paga lo que
valgan, que se los vendan.
El alcalde llama a la
secretaria y le pide que haga venir al secretario.
Llega el secretario y
otra vez vuelve y juega: que cuánto vale un gallinazo, que quién va a saber,
que se los vendan, que se los lleve gratis, que no, que se los vendan. Entonces
el alcalde le dice al secretario que vaya y averigüe a cómo está la libra de
pollo, y que calcule más o menos cuánto pesa cada gallinazo que el señor
quiere, y que, bueno, allá él, que se los vendan entonces. Que cancele en la
tesorería el valor correspondiente.
Esa tarde el alcalde
y el secretario, mientras juegan billar en el café del pueblo, les cuentan la
historia al médico y al personero. El dueño del taller de repuestos interviene
desde una mesa: "Pues véndele a ese tipo a precio de pollo todos los chulos
del municipio y se compra una volqueta nueva..., y de paso me paga lo que me
debe". Carcajadas de todos.
Taz Taz Taz. El alcalde remata el chico de billar con una
sonora carambola.
Actividad 1
1. En
síntesis explica la finalidad de este cuento
2. Responde
a. ¿Si fuera el alcalde, vendería? ¿Por qué?
b. ¿Qué
valor daría usted a los gallinazos?
c. ¿Para
qué los quiere el forastero?
d. ¿Usted
los compraría o los recibiría regalados? ¿Porqué? e) ¿Por qué el forastero los
quiere comprar y no los recibe regalados?
e. ¿Qué
consecuencias (o no) generaría para el pueblo la venta de los gallinazos?
3. Realiza
un dibujo que represente la situación relatada
Clase 2, 3 (semana del 19 al 23 de octubre)
Realiza la siguiente lectura, que sirve de continuación para
el relato de la sesion anterior
La epidemia
En la casona de la
alcaldía de Bellavista, normalmente tranquila, hay una agitación tremenda. El
alcalde, que ya va a completar su tercer año de gobierno, se dirige rápidamente
al salón del Concejo Municipal, acompañado del secretario y el médico. Los
concejales también están alarmados: la epidemia de animales muertos en el
Municipio cada vez adquiere dimensiones más graves. Los olores son
insoportables.
El aspecto de los cadáveres pudriéndose al sol y al agua no
se puede aguantar más. La salud de los habitantes del Municipio, especialmente
de los niños, está amenazada. Es necesario tomar medidas urgentes. El alcalde
se dirige a los concejales y a las demás personalidades del pueblo reunidas en
la sala: hay que contratar una cuadrilla de trabajadores que recorra todos los
días de la semana el territorio del Municipio en busca de animales muertos, y
se encargue de eliminarlos.
Uno de los presentes propone quemarlos, pero otro alega que
los costos del combustible son muy altos y que se consume demasiada gasolina
para medio chamuscar un animal grande. Además, dice otro, el humero de las
quemas será un problema igualmente grave. Entonces alguien propone enterrarlos,
pero otros advierten que el trabajo de abrir las fosas va a requerir demasiados
jornales. Pero claro, mientras no existan mejores opciones, habrá que
enterrarlos.
Entre el alcalde y
los concejales y los presentes se ponen a calcular cuánto va a costarle al
Municipio solucionar el problema. El secretario comienza a escribir en el
tablero del salón del Concejo una lista de los gastos extras que implicará
poner a funcionar la cuadrilla de trabajadores. Cada uno de los presentes
aporta nuevos datos:
Que salarios, tanto.
Que prestaciones
sociales, tanto.
Que subsidio familiar, tanto.
Que dominicales y
festivos (porque también los animales se mueren en días domingos y feriados),
tanto.
Que transporte, tanto. Que combustible, tanto.
Que dotación de botas y ropa de trabajo, tanto.
Que herramientas,
tanto.
Alguien dice que se
va a necesitar una retroexcavadora, pero sale demasiado caro. Por ahora toca a
mano.
El secretario suma las cifras anteriores. En total, tanto.
$$$$$$$$ Una suma enorme que va a descuadrar el presupuesto del Municipio.
Alguien pregunta si
es que antes no se morían animales.
- Pues claro que si se morían, dice otro.
- ¿Y entonces, quién
los recogía?
- Los gallinazos,
contesta una señora.
Actividad 2
1. Realiza
una sisntesis de la lectura
2. Responda:
a. ¿En
qué consistió la epidemia?
b. ¿Cuál
considera usted que es el valor eco-sistémico del gallinazo?
c. ¿Qué
relación encuentra entre la decisión tomada por el alcalde y el impacto sobre
la calidad de vida de los habitantes?
d. ¿Qué
decisiones se han tomado en su región que han afectado negativamente la calidad
de vida de la comunidad?
e. ¿Cuál
habría sido la mejor decisión? ¿Por qué?
3. Realiza
un dibujo que representen la situación.
Clase 5, 6, 7 y 8 ( semanas del 26 de octubre al 6 de noviembre)
Ahora vamos a investigar.
Actividad 3
Partiendo de lo aprendido en las sesiones anteriores
respecto a los cuentos de “véndame un gallinazo” y “la pandemia” realiza una
investigación, donde se pueda comparar esos relatos con la realidad nacional.
Por ejemplo la venta de recursos hídricos, paramos, u otros recursos naturales
de Colombia, y asegúrate de contar con datos reales y con una reflexión en
torno a nuestras riquezas como estado. (2 paginas)
como que semana 5-9 octubre? no eran vacaiones
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